El blanco es el protagonista de la decoración nórdica, siempre combinado con una paleta de colores neutros. Madera y tejidos naturales, motivos geométricos junto con prácticos muebles de líneas rectas son algunas de las características de este estilo. Los espacios deben estar limpios sin detalles superfluos.
En la decoración de estilo mediterráneo dominan los colores blanco y azul, matices que realzan la belleza de materiales como la madera y la piedra, elementos imprescindibles para vestir un hogar cálido, acogedor y muy natural. Con muebles de líneas sencillas, tejidos suaves y naturales y detalles inspirados en el mar.
La mezcla que propone el boho es una mezcla de estilos étnico, hippie, oriental y rock, una fusión de culturas y épocas. Las líneas que delimitan el estilo boho son redondeadas y coloridas. Los tonos principales con los que juega el estilo boho son los colores cálidos y los tonos tierra: marrón, beige, oliva o caqui. Madera, cuero, fibras vegetales, textiles de algodón, plantas, detalles en vidrio, cerámica… lo natural no puede faltar en una decoración boho.
Materiales como el hormigón, el hierro, el cuero, la madera sin tratar son los predominantes en el mobiliario y decoración de este estilo. Predominan los colores neutros y el negro se encarga de dar énfasis a los espacios.
El estilo contemporáneo se sitúa entre el estilo tradicional y una imagen más actual. Es elegante y busca espacios amplios y despejados. Incorpora algunas sutiles referencias al estilo minimalista, como la presencia del vidrio y el metal, pero de forma moderada. En este estilo decorativo, es común ver una decoración que mezcla muebles clásicos con algunas piezas más modernas.
El estilo clásico sigue siendo elegante y atemporal, es capaz de crear espacios llenos de lujo y sofisticación. La madera es la principal protagonista del estilo clásico. También sedas, porcelana, terciopelo y otros materiales y textiles que aportan un toque distinguido y elegante. En los revestimientos, no pueden faltar los suelos de madera y parquet, molduras en paredes y techos. Se caracteriza por el uso de tonos neutros, como el blanco, el gris o el beige.
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